SonicaKuroiTenshi

La guerra había terminado. Optimus Prime había dado su vida para defender el corazón mismo del planeta y su enemigo, Megatron, se había retirado en soledad. Y él había estado allí para verlo, el propio Optimus le había felicitado. Se sentía bien… Pero aun quedaba una esquirla clavada en su chispa. Habían vuelto a la Tierra a ver a sus amigos y a contarles todo. Bueno, los demás, ya que él no tenía  tanta amistad con los humanos o no creía tenerla. Él se había metido en otra sala, a poner en orden sus propios pensamientos. - ¡Al fin te encuentro! Kno

Windblade se ha instalado con el equipo. Para Strongarm no era malo, al menos ya no le llamaba por un mote, ni actuaba como si fuera la mejor en todo. La verdad es que tener otra femme en el grupo … es bueno ¿cierto? Pero no se sentía así. Los demás siempre la miraban de esa manera y a ella … ¿Por qué no era ella tan delgada, femenina y bonita? Esos pensamientos la tenían amargada ultimamente. Windblade lo notaba. Notaba que Strongarm no estaba muy satisfecha consigo misma últimamente. - ¿Strongarm? – La femme se acercó a la adolescente y se sentó junto a ella al no o

Así que.... ¿eso era? Ultra Magnus acababa de leer la nota añadida al datapad que Ratchet le había devuelto. Su explicación a quien lo tenía le había sorprendido. ¿Ten? Lo imaginaba de todos menos de él. Pero resultó no ser un robo, sino un intercambio. Ultra Magnus levantó el pequeño muñequito de su alter ego, Minimus Ambus, que Ratchet le había devuelto también. Resulta que Ten es un artista y lo hizo, no para burlarse de él, como él había interpretado ese pequeño muñeco; sino para mostrarle cuanto le gusta y cuanto le aprecia. Ultra Magnu

Juguemos a investigar El día apuntaba a ser cálido y agradable, pero las ganas de Megatron de ir al pueblo no eran para nada tan bonitas. - ¿Tenemos que ir? - Quiero ver el pueblo Megatron, además que quizas descubramos algo, me han dicho que es un pueblo precioso y tranquilo, y con poca gente. - ¿Poca gente? - Si, es muy pequeñito, de verdad. - … Bueno... si tu lo dices. Rebeca sonrío, era un pequeño triunfo, al fin. Pero la guerra parecía que iba a ser larga y penosa para ambos. Un paseo era bastante para llegar al pueblecito. Un sitio precioso y pequeño donde destacaba un gran

Letras y Letrados Aquel mensaje era bastante misterioso, llamaría la atención de cualquiera pero, durante nuestra conversación, noté que mi compañero de piso parecía desorientado sobre lo que hablamos. ¿Quizás no lo había entendido? ¿Sabía leer? Salí de mi cuarto. Esta vez D-16 ya esstaba despierto y me esperaba con un desayuno igual para ambos. - Esta vez me has pillado ¿verdad? - Como me levanté antes, pensé que sería buen detalle. - Está bien, está bien ¿has dormido bien – dije sentándome a la mesa. - Muy bien, estaba ten feliz c